La palabra de hoy 26 de junio de 2010


Sobre sus goznes gira la puerta;
sobre la cama, el perezoso.
El perezoso mete la mano en el plato,
pero le pesa llevarse el bocado a la boca.
El perezoso se cree más sabio
que siete sabios que saben responder.
Proverbios 26:14-16

La palabra de Dios siempre ha asociado la pereza con la necedad. De hecho, sólo un necio puede pensar que la pereza es algo bueno. Una cosa es que pasemos momentos de inactividad para recuperar nuestras energías y otra cosa es mantenernos en un constante estado de desinterés por todas las obligaciones que tenemos y por todo el mundo que nos rodea. El perezoso trata de justificar su conducta amparado en exageraciones e hipotéticas situaciones que sólo lo convencen a él. La pereza, tal como lo indica la palabra de Dios, conduce a la pobreza y al dolor. La cultura latina que tanto se ha identificado con la corriente filosófica del hedonismo y que tanto contrasta con la ética puritana del trabajo se inventó el término «Dolce far niente» que quiere decir el ocio agradable para darle un toque atractivo a algo que simplemente es una necedad. De nuevo, no es lo mismo un corto descanso que toda una vida dedicada a descansar. La flojera no es descanso porque el flojo no está cansado pues nada ha hecho ni ninguna actividad ha realizado que le haya podido causar agotamiento.

El rey Salomón escribió: «Por causa del ocio se viene abajo el techo, y por la pereza se desploma la casa.» No creo que se pueda explicar más claramente cuáles son la graves consecuencias reservadas para quienes gustan imitar al proverbial perezoso. Ahora, más que nunca, se hace necesario prestar atención a la exhortación que el apóstol Pablo les hizo a los efesios: «Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios,aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.» ¿Hace falta que recibamos más advertencias que las que encontramos en la palabra de Dios? No lo creo. Lo que debemos hacer está muy bien definido y sólo nos queda a nosotros obedecer para que podamos sacar el mejor provecho de esta enseñanza. ¡Sólo a Dios sea la gloria!

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