Sed de venganza


fear

Se alegrará el justo al ver la venganza,

 al empapar sus pies en la sangre del impío.

Dirá entonces la gente:

 «Ciertamente los justos son recompensados;

ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra».

Salmos 58:10-11

 

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, venganza es la satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos. Desde el punto de vista legal, la venganza puede ser personal o pública. Es personal cuando el ofendido lleva a cabo por mano propia el reclamo y satisfacción de sus violados intereses. Es pública cuando se delega su ejecución al poder público representante de los intereses comunitarios. Nuestra corrompida naturaleza tratará de obtener la satisfacción de manera inmediata y personal, muy a menudo sin respetar la proporcionalidad que amerita la justicia. Por otra parte, un pacto social establece los principios proporcionales para alcanzar la satisfacción de la falta pero no garantiza que su aplicación esté exenta de irregularidades.

Dios ha establecido la mejor manera de que la justicia se lleve a cabo de manera integral y completa. Dice Dios en su palabra: No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. (Romanos 12:19)

Confiemos, pues, en que Dios se encargará de deshacer los entuertos y hacer cumplir la justicia que corresponde de una manera oportuna, eficaz y adecuada. Llevemos a él nuestras cargas y tribulaciones para que su justicia divina cobre cabalmente lo que por derecho reclama su justicia. Busca a Dios en su palabra. Él se revela a quienes lo buscan de todo corazón. Dios te bendiga. ¡Sólo a Dios sea la gloria!

Esta entrada fue publicada en Salmos y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Sed de venganza

  1. pacifista dijo:

    Reblogueó esto en Esperanza para todosy comentado:

    Tan vigente como el día que se publicó por primera vez.

Deja un comentario